Isla de la Tierra
PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE

En tus manos está la protección del medio ambiente. Sin embargo, también es necesario que los gobiernos se coordinen para instaurar políticas ambientales que tiendan a frenar el deterioro progresivo de la Tierra. Las Naciones Unidas (ONU) es la máxima instancia que vela por la calidad de vida de hombres y mujeres, así como de los ecosistemas en los que nos interrelacionamos. Este organismo, a través del departamento de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), ha impulsado acuerdos y convenios jurídicos para regular la explotación de los recursos naturales renovables.

A pesar de los avances, aún es necesario que el ser humano reconozca la vital importancia del equilibrio medioambiental. En este sentido, muchas organizaciones no gubernamentales (ONG’s) están trabajando para cambiar nuestra relación con la naturaleza.

Para que tengas una idea, el desarrollo sustentable que se persigue debe solucionar o mejorar los siguientes problemas:

  • Efecto invernadero : Muchas de las sustancias químicas que generan los artefactos creados por la humanidad influyen en el cambio climático que experimenta nuestro planeta. El efecto invernadero ha existido por billones de años, debido a la presencia de gases naturales (vapor de agua, dióxido de carbono, metano, óxido nitroso y ozono). Sin ellos, la temperatura promedio del planeta sería 30ºC más baja. La humanidad ha acrecentado este efecto, haciéndolo perjudicial. Desde hace un siglo, la temperatura media global del aire cerca de la superficie terrestre ha aumentado entre unos 0,3ºC y 0,6ºC y el nivel mundial del mar ha crecido entre 10 y 25 cms.; gran parte de este aumento está relacionado con el incremento de la temperatura media mundial.
  • Agotamiento de la capa de ozono : Nuestro estilo de vida, que incluye el uso de aerosoles, espumas plásticas, refrigerantes y sistemas de prevención de incendios, ha debilitado esta barrera que absorbe los peligrosos rayos ultravioletas (UVB) que provienen del sol. Actualmente, el agujero alcanza el tamaño de la Antártica. Se prevé que la regulación de las sustancias nocivas podría incidir positivamente en el mediano y largo plazo: recién a mediados de este siglo la capa de ozono podría estar recuperada.
  • Lluvia ácida : Los medios de transporte y las chimeneas industriales son los principales emisores de bióxido de azufre y óxido de nitrógeno. Ambas sustancias químicas son liberadas a la atmósfera por la quema de combustible a altas temperaturas. La dirección del viento puede transportar estos gases a zonas libre de contaminación; incluso, pueden llegar a otros países, convertidos en lluvia ácida, la cual destruye irreversiblemente la flora y la fauna que contamina, así como la salud de quienes respiran el aire viciado.
  • Desechos y productos químicos peligrosos : Los desechos pueden ser industriales, nucleares y domiciliarios Cada año más de cuatro millones de toneladas de desechos tóxicos son exportados por los países desarrollados a los países en vía de desarrollo. Desde 1995 la ONU ha auspiciado convenios para frenar esta situación, que pone en riesgo principalmente a los seres humanos y los ecosistemas de los países receptores.
  • Diversidad biológica : Desde hace una década, 174 naciones del mundo han asumido el compromiso de proteger las especies mediante la preservación de su hábitat. Gran desafío, si consideramos que de seguir la sobreexplotación durante los próximos 25 años, cada día se extinguirán 100 especies, según el World Resources Institute.
  • Recursos ícticos y marinos : La pesca desmedida ha sido otro factor que ha generado graves desequilibrios ecológicos. A pesar de las consecuencias, aún no se ha podido ratificar un acuerdo jurídico para regular la extracción de los recursos del mar. La demora se debe en parte a las tensiones internacionales por el uso de las reservas ícticas.
  • Contaminación marina : Muchos de los desechos que se producen en la tierra van a dar al océano, con el consiguiente deterioro del ecosistema marino. A esto, debemos sumar la basura que generan las embarcaciones y el petróleo que destruye la flora y fauna marinas.
  • Desertificación : La tierra, entre otras riquezas, proporciona alimento y sustento para miles de millones de seres humanos. Se estima que la degradación de los suelos áridos, semiáridos y subhúmedos secos afecta directamente la sobrevivencia de ecosistemas y aproximadamente 900 millones de personas, especialmente en el continente africano.
  • Bosques : Son los pulmones que regulan el clima, protegen los suelos de la erosión, resguardan la vida que albergan en su interior y proveen al ser humano de productos (alimentos, madera, medicinas, tinturas, etc.) y recreación. Sin embargo, cada año se queman o talan cerca de 15 millones de hectáreas de bosque, especialmente en las naciones en vía de desarrollo.
  • Agua dulce : Una de cada tres personas en el mundo tiene dificultades para abastecerse de agua dulce utilizable, según un estudio que realizó la ONU en 1997. Actualmente, el problema es analizado por los diferentes gobiernos, ya que si no se adoptan medidas eficaces, en el 2025 serán dos de cada tres seres humanos lo que sufrirán la escasez de agua.