En la península de Yucatán, en lo que hoy conocemos como parte de México, Guatemala, Honduras y El Salvador, surgió una de las más importantes civilizaciones americanas, junto con la azteca y la inca.

Los Mayas fueron grandes constructores y matemáticos: construyeron templos, establecieron un calendario de 365 días y desarrollaron sistemas complejos de escritura jeroglífica y numeración vigesimal. A diferencia de otros pueblos, no constituyeron un estado unificado, sino que se organizaron en diversas ciudades-estado, por lo cual algunas características variaban de región en región. De hecho, no hablaban una única lengua.

Al igual que todos los pueblos aborígenes y las civilizaciones de la Antigüedad, los mayas fueron politeístas, es decir, adoraban a muchas divinidades que los hacían estar en permanente contacto con la naturaleza o situaciones de la vida diaria.

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