Hace muchos miles de millones de años, este trozo de roca espacial que es la Tierra se fue convirtiendo en un lugar apto para la vida. La atmósfera primitiva permitió que se acumulara agua, y como dice el dicho, "el agua es vida" y de allí efectivamente surgieron los primeros seres vivos hace unos 3.500 millones de años.Este casi mágico proceso nos parece increíblemente lejano, pero en comparación con los más de 15 mil millones de años que tiene el universo, la vida terrestre ocupa sólo una mínima fracción en el escenario del Cosmos.

Desde entonces seinició un camino que convirtió a este pequeño planeta del sistema solar en un lugar lleno de vida . Surgieron las plantas y la Tierra se cubrió de extraña vegetación que en general carecía de flores, luego aparecerían los primeros anfibios que se animaron a salir del agua y mucho después aparecerían los reptiles y los mamíferos.

Así, esos primeros y diminutos seres acuáticos fueron evolucionando hacia nuevas formas de vida, cada vez más grandes y complejas, hasta llegar incluso a reinar sobre la Tierra los enormes y temibles dinosaurios . Los primeros vestigios de estos reptiles prehistóricos fueron descubiertos en Inglaterra en 1820. Dos décadas más tarde, el paleontólogo Richard Owen los bautizó como "dinosaurios" que etimológicamente significa "lagartos terribles".

¡Cuántos cambios en la naturaleza han sido necesarios para que ahora puedas estar frente a la pantalla del computador conectado con decenas de jóvenes de todo Chile y el mundo!

Pero esta historia no termina ahí. Un inusual suceso cambiaría drásticamente la vida en la Tierra, cuando hace más de 70 millones de años un meteorito de grandes dimensiones impactó sobre la Tierra. Debido a la explosión, toneladas de materiales y polvo se depositaron en la atmósfera, bloqueando el paso de los rayos solares que participan activamente en el proceso de fotosíntesis. Los animales y organismos pequeños lograron sobrevivir a los cambios climáticos tan adversos que produjo este suceso. Los dinosaurios no corrieron la misma suerte... Ellos y muchas especies más, tanto acuáticas como terrestres, desaparecieron para siempre.

Y los cambios continuaron... Quince millones de años después, la evolución de los seres vivos permitió el desarrollo de los primates, nuestros primeros antepasados, dando origen a especies cada vez más parecidas al ser humano. Casi en un abrir y cerrar de ojos, en este proceso de evolución humana , nos encontramos con el Homo habilis ("Hombre hábil"), cuyas manos y cerebro eran semejantes a los nuestros, por lo que pudo crear instrumentos de piedra. De allí en más, fueron surgiendo nuevas especies que irían dominando el entorno y descubriendo las potencialidades de la naturaleza. Pero también se desarrollarían adaptaciones cada vez más complejas, los grupos familiares darían origen a las bandas de cazadores-recolectores, y surgirían a finales de la Edad de Piedra , los primeros indicios de la religión.

En medio de este proceso, los habitantes del planeta debieron hacer frente a otro gran desafío de la naturaleza: gigantescas masas de hielo que comenzaban a cubrir la superficie terrestre. El nivel de los océanos descendió casi cien metros, lo que permitió que emergieran vastos terrenos. Así, en una fecha aún poco clara, bandas de Homo sapiens sapiens ("hombre sabio sabio", nuestra especie) atravesaron por esos verdaderos puentes de tierra, siguiendo a los animales que constituían su alimento. Así, estos viajes permitieron el poblamiento de nuestro continente y de otras regiones del planeta. Terminada la Era del Hielo, hace unos 10 mil años, el clima volvió a ser más templado.

Las migraciones y los diversos hábitat que aparecieron con este cambio climático influyeron en las características adaptativas de todos los seres vivos y en la variedad étnica que desde los orígenes de la humanidad había empezado a manifestarse, hasta generar las diferencias que conocemos en la actualidad. Muchos hombres y mujeres, dependiendo de su herencia genética , del entorno en que viven y de sus intereses individuales y colectivos, han dado pasos decisivos para que tú puedas desenvolverte en una comunidad. Lentamente, descubrieron y crearon nuevos utensilios –como la cerámica, el telar y los anzuelos– para facilitar las tareas cotidianas. Más tarde, aparecerían la agricultura y la ganadería, actividades que influyeron decisivamente en el triunfo del sedentarismo. Desde entonces, el ser humano ha debido aprender a vivir en sociedades cada vez más numerosas y complejas. En varios lugares del planeta surgieron grandes civilizaciones, y nuestro continente no estuvo ajeno a ese proceso. Un poco más tardíamente que en el Viejo Mundo surgirían las primeras civilizaciones americanas, que marcarían el sello de gran parte del continente y que mantendrían las grandes culturas con que se toparon los conquistadores españoles, como Mayas , Aztecas e Incas , las que los sorprendieron por sus avances en las matemáticas, la astronomía, las artes y la política. Aún así, los modos de vida generados por las primeras comunidades humanas no desaparecerían del todo y muchos otros pueblos en América y en el resto del mundo lo mantuvieron bajo modos de vida menos complejos, como es el caso de los pueblos originarios chilenos o aquellos que siguieron la senda de los primeros cazadores recolectores, como los extintos pueblos del extremo sur de nuestro país.

La evolución de la naturaleza no se ha detenido y la de nuestras sociedades tampoco. Podemos intuir a veces hacia dónde vamos, pero no sabemos a ciencia cierta a dónde llegaremos... Lo que sí tenemos claro es que tú y yo formamos parte de este constante proceso de cambios...