Los primeros pobladores de este territorio se asentaron hace ya más de 13.000 años. Desde entonces se fueron adaptando a las condiciones climáticas de cada zona y lugar, dando origen a diversas culturas y pueblos. Destacan entre estos un grupo de pescadores que momificaba a sus muertos mucho antes de que lo hicieran los egipcios, además de los pueblos del desierto que a través de caravanas de llamas generaron una extensa red que los vincula con las poblaciones de Perú, Bolivia y Argentina. A la llegada de los españoles, todo el territorio estaba poblado. En el norte, Aymaras y Atacameños se encontraban bajo la dominación incaica, al igual que los Diaguitas que habitaban en los fértiles valles del norte chico. En la zona central y sur vivían pueblos horticultores que hablaban mapudungun y que conformaron luego la cultura Mapuche. En el extremo sur, se mantenía un modo de vida más arcaico, dominado por la caza y recolección, ya fuese terrestre, como la desarrollada por los Selk’nam y Aónikenk, o marítima, que caracterizaba a grupos canoeros como los Chonos, Yámanas y Kaweshkar.

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