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Los barcos de la "Regata web" están listos para zarpar
Desde el lunes, cinco mil jugadores de todo el país se encontrarán en un desafío en medio del ciberespacio.
Sábado 7 de agosto de 2004
Fuente: El Mercurio
Por: Pamela Carrasco T.

Barcos navegando a todo vapor, valientes capitanes, temibles piratas en el camino, cofres con tesoros, náufragos que piden ayuda, islas por conquistar. A todo esto y más se enfrentarán desde el lunes los cerca de cinco mil tripulantes que zarpen para aventurarse en la "Regata web", el torneo interescolar en línea que promete mover aguas en los colegios del país.

A la regata están convocados los niños y niñas de 5° a 8° básico que se inscribieron junto con sus profesores, y se trata de un juego íntegramente creado en Chile, que tiene el apoyo del Ministerio de Educación, Educarchile, Fundación País Digital y VTR Banda Ancha.

Los cerebros de esta aventura cibermarina son Mauricio Salfate, de Globox (la misma productora que hace el programa "Ipop" de Canal 13) y Pepe Flores, de Newtenberg. La primera empresa se encargó del contenido y la otra del desarrollo tecnológico, pero al final trabajaron juntos en casi todo.

Es que llevan años pensando en este videojuego, desgranándolo, arreglándolo, soñándolo. Los dos son fanáticos jugadores y buenísimos para internet, así que decidieron crear el juego que siempre quisieron jugar cuando estaban en el colegio.

¿En qué consiste? "Es como una mezcla entre Empire Conquest y Messenger", dice el propio Salfate, que de entretención sí que sabe, porque fue el director de arte de la película "Mampato y Ogú en Rapa Nui".

Toda una novedad y un desafío tecnológico. Pepe dice que no hay juegos que acepten simultáneamente 5 mil jugadores en línea. ¡Y menos hechos en Chile!

Todo funciona como un gran mar virtual al que se llega por el sitio web de Educarchile (www. regataweb.cl/regata). Los distintos equipos o "tripulaciones" deben elegir un capitán o capitana y empezar a mover su embarcación por las distintas rutas que muestra una especie de consola en pantalla.

Lo primero que hay que hacer es personalizar el barco: ponerle un nombre, una bandera y colores; porque lo entretenido es que los jugadores no sólo pueden ver cómo avanza el barco de su tripulación, sino los otros que están en su sector a través de un GPS virtual.

El desafío de los equipos es hacer avanzar su barco por distintas islas (del Universo, de la Tierra, de los Orígenes y de la Humanidad) y usar el ingenio para ir regulando la velocidad y la potencia de la nave sin gastar demasiada "energía" (que es como el combustible del barco), evitando peligros y recogiendo distintos desafíos.

En plena alta mar, los equipos se irán encontrando con cofres y botellas con desafíos. Los diques secos con que se vayan topando los ayudarán a reparar los daños de su embarcación, los pozos petroleros les darán energía, mientras que los remolinos, los náufragos, los brujos y los piratas les quitarán el combustible necesario para poder moverse.


Si contestan bien los desafíos, les dan doblones, que son lo que les permiten avanzar. Los doblones, además, sirven como dinero para comprar energía, que hace que el barco avance más rápido o sirve para repararlo si sufrió algún daño.

Los desafíos pueden ser preguntas de todo tipo, desde datos de "La guerra de las galaxias" o cuál es el noveno signo del zodíaco hasta cosas de física cuántica. Es que el chiste no es que los concursantes lo sepan todo, sino que sean pillos para buscar y también premia a los más persistentes, porque el concurso termina el 3 de septiembre. "El juego dura cuatro semanas y no se puede aflojar...", advierte Mauricio Salfate.

La gracia aquí es el trabajo en equipo. O sea, nadie puede jugar solo o tratar de hacerlo todo en la tripulación, porque inevitablemente va a perder. "Hay alguien que tiene que tripular, pero también mucha gente que debe hacer otras cosas por mientras, como buscar información en la biblioteca para responder preguntas, por ejemplo. Hay hartas cosas que hay que hacer off line. Y también hay que saber buscar información en internet y aprender a discriminar contenido", dice Salfate.

Además, en el mismo sitio, hay una sección de links destacados, una biblioteca y un foro donde se pueden discutir todas las dudas.

Pepe Flores y Mauricio Salfate creen que siempre los videojuegos se asocian a cosas agresivas, a competencias donde hay que matar o destruir a otros. Aquí la cosa es distinta. Aquí no gana el que les gana a los otros. Gana el que se gana a sí mismo. "Estamos convencidos de que en el mundo virtual la ética es la misma que en el real, y cuando juegas a la violencia, igual estás siendo violento, estás jugando a matar. Nosotros queremos promover otra cosa", dice Salfate.

"Por eso quisimos hacer un escenario donde se compita en buena lid. Aquí los competidores son aliados, se intercambian datos, se ayudan, hay que ser hábil para saber sacarles provecho a tus supuestos contrincantes", dice Pepe Flores.

Para eso existe el chat, que está a un costado de la consola. Aquí se puede conversar con los jugadores de otras tripulaciones e intercambiar ideas, averiguar las misiones, planificar la ruta más rápida y, lo más entretenido, aprovechar de conocer y hacerse amigos de gente de otros colegios y de todas partes de Chile.

Para mantener la seguridad, cada jugador tendrá un registro para entrar y, además, sólo se podrá jugar de 8 de la mañana a 9 de la noche. Y si alguien dice algo desubicado o alguna grosería a través del sitio, lo van a expulsar inmediatamente. "No es la onda del juego", dicen.

Aunque se compita por colegios, Pepe y Mauricio aclaran de entrada que no es un juego sólo educativo. No, por lo menos, lo que típicamente se asocia con educativo: fome y pedagógico. Ellos se imaginaron lo que les habría gustado jugar en internet y lo llevaron a la práctica. "Lo que más queremos es que los niños se entretengan, lo disfruten, se indentifiquen con el juego y lo pasen bien", dice Pepe.

INTERNET es todo lo que se necesita para poder jugar. Aunque funciona mucho mejor con conexión banda ancha.